Estos días he escuchado un par de veces que éste, es un TIEMPO DE GRACIA.
Y recuerdo que muchas veces en mi vida he escuchado esa “frase”, pero solo hasta ahora, entiendo que los corazones (incluyendo el mío) se están disponiendo realmente a entenderla.
Definitivamente, cada mensaje se recibe de acuerdo a cómo estemos nosotros emocionalmente.
Y por eso, en muchas ocasiones mensajes de despecho (si estamos despechados) los sentimos directos.
O mensajes de la familia (si alguno de ellos falta) nos hace llorar.
O quizá cantamos fuertemente el himno de nuestro país, si estamos fuera de él.
Muchas veces en la vida, se necesita que vivamos situaciones que dispongan los corazones.
Y éste, es sin duda, es uno de ellos.
Tan solo hasta ahora, nos preguntamos realmente por las prioridades de nuestra vida.
Tan solo hasta ahora, vemos a los demás como verdaderamente iguales (ni más, ni menos)
Tan solo hasta ahora, nos damos cuenta que cuidarnos significa también cuidar de los otros.
Tan solo hasta ahora, empezamos a ver ciertas personas y causas que habían sido invisibles.
Y no me malinterpreten.
Esto no quiere decir que nunca lo hayamos hecho o que seamos “ciegos” o “insensibles”.
Esto quiere decir, que por fin, estamos viviendo más el AHORA. Que estamos siendo presentes y atentos.
Y por eso, ese “ahora”, nos lo regalaron como un “Tiempo de gracia”.
¿Desde hace cuánto decimos “el mundo necesita un cambio”?
¿Desde hace cuánto vemos el planeta y toda la naturaleza desgastarse?
¿Desde hace cuánto decimos que no disfrutamos de las pequeñas cosas?…
Éste, es un tiempo para abrir los ojos (físicos y espirituales).
Un tiempo para hacernos más conscientes del otro y de nosotros.
Un tiempo para darle valor a la simpleza.
Un tiempo, para transformarnos.
Creo que por eso ahora, al escuchar “tiempo de gracia”, empiezo a verlo diferente.
Y no solo es “tiempo de gracia”, sino “TIEMPO DEL GRACIAS”.
Hoy, agradezco más que siempre mi familia, casa, alimentos, salud…
Hoy, agradezco más que siempre el tiempo, la compañía, las películas, las palabras…
Hoy, agradezco más que siempre las personas, sus vocaciones, su valentía y su compasión…
Éste, es “Tiempo de gracia” (y del “gracias”) para ti y para mí.
Es tiempo para transformarnos y hacernos más conscientes
Es tiempo para re-nacer y reconectarnos.
Ahora, es momento de volver a nuestro hogar (nuestro corazón), pues allí, Dios siempre nos habla con su amor y sabiduría.